martes, 17 de mayo de 2011

Feliz cumpleaños Félix

Abre los ojos. Félix se despereza lentamente y clava la vista en el vacío, haciendo tiempo para que la consciencia vuelva completa a su ser.
Son las 12:18 PM de un Martes precioso, pero no ha ido a la escuela, a decir verdad no va desde que le dieron el alta.

Por un momento le llega un recuerdo de tres meses de antigüedad. Blancas paredes reflejan el sol en sus ojos causándole molestia, tiene sed y bebe un trago de agua de un vaso de plástico que sabe bastante mal a su parecer.
Mira a su derecha y ve a su madre dormida en una silla, parece cansada y tiene aspecto de haber llorado, a Félix se le encoje el corazón al verla en ese estado, pues aun no se acostumbra a la situación.

De repente vuelve a la realidad al notar el olor a tortitas que entra desde la puerta entre abierta. Le encantan las tortitas y se alegra al saber que su madre está en el piso de abajo preparándole el desayuno. Seguramente se llevará una sorpresa al descubrir que se ha despertado antes de la una de la tarde, pues cada vez duerme más y se siente mas cansado.
Se calza, se agarra al porta sueros y se asoma con cuidado a la ventana, tiene ganas de ver como está Félix, su cerezo.
Tiene el mismo nombre que él porque lo plantaron el día en que llegó al mundo como Muestra de agradecimiento, pues sus padres llevaban tiempo intentando tener un hijo y tras 2 años de intentos llegó Félix.
Pero ese milagro sería el último porque tras el parto informaron a su madre de que después de la intervención no podría volver a tener hijos.

-Hola tocayo, hoy cumplimos nueve años jeje. (dice Félix con una sonrisa en la cara).

Lo mira desde la hierba que tapa sus raíces hasta la punta de sus delgadas ramas y repara en un detalle. El cerezo está dando flores.

Félix se alegra de la nueva vestimenta que está decorando su arbolito, pero oye algo y se da la vuelta.
Su madre está allí, parada en la puerta de su cuarto con una bandeja llena de tortitas, le tiemblan las manos, pues ve que la luz matinal baña la cabeza sin pelo de Félix y marca las ojeras en la piel amarillenta de su hijo. No aguanta más, siente la necesidad de soltar la bandeja y abrazar a su hijo entre lágrimas, pero en lugar de eso se acerca a él, le da un beso en la frente y le dice:
Feliz cumpleaños hijo mío. ¿Has visto las nuevas flores de tu cerezo?

El chico asiente y abraza a su madre, ella rompe a llorar y le dice que le quiere.
Sabe que su hijo no volverá a tener un cumpleaños...

3 comentarios:

  1. T_______________________________T aiii que triste... Me encanta, pero es que me ha hecho polvo por dentro...

    Te felicito de nuevo,... aiiii T___T

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  2. Lo siento, pero tenía que escribirlo. Si siempre escribimos cuentos de hadas, perderian su valor.
    Así que una de cal y otra de arena.

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  3. Si yo no te he dicho que no me haya gustado, si es que me ha encantado precisamente porque me ha hecho llorar.
    Así que no te disculpes ^^

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